LA PLATA (Enviado especial).- No fue hace tanto que Omar Hasán estuvo del lado de la acción, con la albiceleste pegada al cuerpo y abrazado a sus compañeros entonando el himno, algo que sólo un Puma sabe hacerlo. Hoy será diferente: el histórico ex pilar tucumano devenido en cantante lírico tendrá la honrosa tarea de entonar los himnos de Argentina y Nueva Zelanda antes del choque.
"Es una alegría inmensa. No sólo por cantar el himno de mi país, sino por el de Nueva Zelanda, que fue el país que me recibió por primera vez como jugador. Conozco su cultura y lo que para ellos significa su canción patria, 'God defend New Zealand' (Dios defienda a Nueva Zelanda)", agradeció.
Parte de la emoción del "turco" se debe a que fue un anuncio sorpresivo. "Ensayé mucho, pero no lo esperaba ahora, porque esto estaba preparado para el partido en Rosario frente a Australia y se adelantó. Me lo propusieron y no dudé ni un momento. Estas oportunidades son únicas. Es un orgullo difícil de explicar. Ojalá pueda estar también en Rosario", anheló.
Aunque ahora las fotos lo muestren casi siempre de traje, se nota que extraña el barro y las cicatrices. Porque en él subyace el espíritu perenne de los rugbiers. "A Los Pumas los veo muy bien. Por lo que vienen mostrando en estos partidos, tienen un futuro brillante. Por supuesto, este va a ser un partido muy difícil. Los All Blacks son campeones del mundo y tendrán a Dan Carter, que les da otra cara. Pero Los Pumas pueden ganar. Primero, porque en el deporte todo es posible. Segundo, porque son un equipo impredecible. Y tercero por ese plus que da el ponerte la camiseta del seleccionado argentino", concluyó Hasán.